lunes, 29 de octubre de 2018


Los pronombres relativos (cuyo, quien)

Los pronombres relativos introducen oraciones de relativo: oraciones que aportan información adicional acerca de un elemento en la oración principal que se denomina antecedente.

Quien

El relativo quien (o su variante plural quienes) siempre tiene como antecedente una persona y suele reservarse para el lenguaje escrito.

Ejemplo: Mi tío, quien es profesor de español, me enseñó a leer.

Si el relativo quien no va precedido de una preposición, puede usarse como alternativa a que en oraciones de relativos explicativas.

Ejemplo: Juan, quien/que ganó la lotería la semana pasada, renunció a su trabajo.

Por el contrario, si va precedido de una preposición, puede alternarse con el que o el cual, con sus variantes, y emplearse en oraciones especificativas y explicativas.

Ejemplo: El hombre con quien/el que/el cual se ha casado María es ingeniero.

Cuyo

El relativo cuyo, con sus variantes cuya, cuyos y cuyas, designa al poseedor del sustantivo al que acompaña, que aparece expreso en la oración principal. Concuerda en género y número con el sustantivo al que acompaña en la oración subordinada; esto es, con lo poseído, no con el poseedor.

Ejemplo: Tiene miedo de hablar con su madre, cuyo coche ha destrozado.

Por lo general, cuyo aporta un tono formal al discurso, por lo que este tipo de oraciones relativas suele utilizarse esencialmente en la lengua escrita. En el habla corriente se intenta reformular la oración a fin de evitar el uso de este relativo.

Ejemplo: Lengua Escrita → La madre, cuyo coche ha quedado destrozado, se alegró de que todo fuera un susto.
Habla corriente → La madre, que tiene un coche que ha quedado destrozado, se alegró de que todo fuera un susto.
  
Impersonalidad

Existen dos tipos de impersonalidad:

1. Impersonalidad sintáctica.

Sintácticamente son impersonales las oraciones en las que el verbo no posee un sujeto semántico que realice la acción verbal y tampoco tiene un sujeto léxico, es decir, el sujeto no se encuentra expresado formalmente en el enunciado. El verbo de una oración impersonal desde una perspectiva sintáctica siempre se encuentra en tercera persona del singular. Existen tres tipos de verbos utilizados en las oraciones impersonales:

a.     Verbos relacionados con fenómenos meteorológicos: nevar, llover, granizar, entre otros.

Ejemplo: En este país llueve muy a menudo.

b.    Verbos empleados para expresar tiempo.

Ejemplo: Es muy tarde para comer helado.

c.     Verbos empleados para expresar existencia.

Ejemplo: Hay muy pocos alumnos en el salón de clases.
     
     2. Impersonalidad semántica.

Desde el punto de vista semántico, son impersonales las oraciones en las que el núcleo verbal sí posee un sujeto semántico, pero este no aparece explícitamente en la oración, es decir, la persona que emite el mensaje si piensa en un agente que efectúa la acción del verbo, pero desconoce exactamente de quién se trata o prefiere no comunicárselo a la que persona que recibe ese mensaje. La referencia que se hace al sujeto puede ser de dos tipos:
a.     Referencia indefinida: Quien recibe el mensaje expresado por el emisor entiende que alguien realiza esa acción verbal, pero se desconoce quién exactamente lo hace. En este caso, aparece un verbo en tercera persona del plural.

Ejemplo: Llaman por teléfono. → Alguien realiza la acción de llamar, pero se desconoce quién la realiza.

b.    Referencia genérica: la persona receptora del mensaje entiende la acción del verbo es realizada por alguien en específico. En estas oraciones el verbo puede aparecer:

·       En segunda persona del singular.

Ejemplo: Si cometes alguna acción, debes responsabilizarte de sus consecuencias.

·       En tercera persona del singular con el pronombre se.

Ejemplo: En este país se vive con inseguridad debido al alto índice de delincuencia.

Pasividad (Pasivas con se con complemento agente)

La construcción pasiva corresponde a un mecanismo de voz, es decir, un mecanismo que permite indicar qué tipo de relación existe entre el predicado y los participantes de la acción denotada por el verbo. Así, mientras la voz activa no marcada señala normalmente que el sujeto del predicado verbal es el participante activo (agente) del proceso, la voz pasiva marcada indica que el predicado verbal admite como sujeto al participante pasivo (paciente).

En el caso específico de las oraciones pasivas con se, el sujeto aparece en tercera persona del singular o del plural y el verbo debe concordar con él. Asimismo, nunca existe la presencia de un complemento agente en tales oraciones, pues la partícula se tiene la función de cubrirlo.

Ejemplos: Se solicita ayuda económica. → Sujeto: ayuda económica.
Se continuarán los trabajos de investigación. → Sujeto: los trabajos de investigación.

Del mismo modo, esta clase de oraciones pasivas solo se pueden formar a partir de verbos transitivos que acepten la transformación pasiva.

Ejemplo: Los delegados aceptaron la propuesta → La propuesta se aceptó.

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